Una de las decisiones más importantes en la vida y que nos deja sin dudas metidos en un compromiso impredecible de largo plazo es la compra de una vivienda.
Además de consideraciones económicas y financieras, aflora un intrincado cúmulo de expectativas, temores y fantasías: hacer de la vivienda un espacio propio, la consolidación de un patrimonio y hacer consideraciones sobre las bondades y riesgos de la inversión inmobiliaria, las perspectivas de la eventual plusvalía y mil cosas más.
No sólo la forma, también el fondo
No sólo es importante encontrar el inmueble que satisfaga nuestras expectativas –y se ajuste a nuestro presupuesto–, también hay que contar con la hipoteca más adecuada con nuestra circunstancia.
Pocas personas pueden pagar de contado una vivienda, además de ser poco conveniente por la descapitalización que eso significaría, podría ser problemático, ya que las actuales regulaciones contra el lavado de dinero prohíben el pago en efectivo, si el monto es superior a 540,000 pesos, por lo que la búsqueda tiene que ir de la mano de un proceso paralelo, menos poético y atractivo, pero igualmente importante, que es el evaluar el financiamiento más conveniente para la adquisición del inmueble.
Casa e hipoteca son un binomio indisoluble. De la misma manera que uno reflexiona y pone cuidado en escoger la casa, no hay que dejarse ir por la primera hipoteca que nos ofrezcan, y debemos estudiar las opciones con cuidado y detenimiento.
La clave está en comparar, ¿cómo hacerlo?
A veces es tanta la energía y el tiempo que nos requirió buscar y encontrar la casa adecuada, que quedamos exhaustos y decidimos contratar la primera hipoteca que nos pre aprueban, sin poner todo el cuidado debido.
Una casa conveniente (y a buen precio) que se compra con una hipoteca cara e inconveniente, puede no resultar una transacción óptima.
Un punto de partida es comparar la renta mensual de esa casa o departamento con el pago que por cada mes generaría la hipoteca correspondiente, el que a su vez está en función del enganche, del plazo y la tasa de interés.
Si el pago mensual de la hipoteca es menor o igual que la renta mensual, vamos por buen camino.
Existen múltiples y muy diversos simuladores hipotecarios que nos permiten ver cómo varía el pago mensual del crédito con la tasa de interés –que puede ser fija, variable y/o una combinación– el enganche y el plazo.
3 recomendaciones básicas para escoger la hipoteca:
1) Acudir con varios oferentes de crédito, ya que ellos revisarán el historial crediticio y podrán hacer una propuesta de préstamo hipotecario.
2) Comparar el Costo Anual Total (CAT) de los diferentes préstamos hipotecarios.
3) Solicitar la oferta vinculante que, a petición del cliente, gratuitamente la proporcionan las instituciones financieras. Dicha oferta vinculante establece el compromiso de la entidad financiera en respetar durante 20 días naturales las variables financieras tales como el monto del préstamo, el pago periódico y la tasa de interés del préstamo hipotecario para la vivienda.
¿Qué es y por qué es importante el CAT?
Es un indicador que permite comparar el costo de los créditos e incorpora: la periodicidad de los pagos, amortizaciones de principal, intereses ordinarios, comisiones cargos y primas de seguros, diferencia del precio del bien si se adquiere a crédito o de contado y las bonificaciones o descuentos pactados.
Se trata de un porcentaje anual y supone la vigencia del crédito de un año. Los detalles técnicos del CAT se pueden consultar en www.banxico.org.mx
El mercado hipotecario en México es dinámico, competitivo y cambiante: se ha venido adecuando a las condiciones macroeconómicas y regulatorias. Aparecen constantemente nuevos esquemas. Al comprar hay que buscar y comparar, más aún si de hipotecas se trata.
Para facilitar la obtención de tu crédito hipotecario te puedes acercar a un ASESOR CRECE, quien con gusto te atenderá sin costo durante todo el trámite y hasta la firma de las escrituras de tu casa.